domingo, 29 de marzo de 2009

Orange


La recordaré como quien intenta recordar las pinceladas más dulces de su sueño. Allí quise encontrar los restos arqueológicos de mi vida. Pero una noche robé una naranja y descubrí en su gusto amargo todas las luces y las sombras, los recuerdos que nunca tuve, el sentimiento de encontrarse a uno mismo, y encontrarse bien, con todos y cada uno de los defectos.

miércoles, 11 de marzo de 2009

La gente que te sonrie encantada




Se detiene un momento, como si en vez de estar pensando en que hacer de cena para su “monstruo”, estuviera planeando como devolver la paz al mundo. Saca un cigarro del bolsillo, se para frente a la televisión con aire indiferente y luego sonríe, descuidadamente, como si no importara una risa más, pero importa. Aquí cada pequeña cosa importa. Cada gesto, cada rayo de sol que entra en mi habitación de madera y azules, cada trago helado de cerveza, cada palabra de los niños a los que trato de enseñar lo que sus ojos de necesidad y tristeza me dejan, cada parada de autobús desde donde observo todo el bullicio de la calle principal, cada canción que se baila bajo los naranjos, cada rap en la ventana, cada boca que me habla, cada sonrisa que cualquiera me dedica. Todas, todas las pequeñas cosas sin excepción importan. Y encuentro la fuerza para subir todas las cuestas empedradas, me ciega el blanco de las casas y sonrío, me abraza la belleza de las calles, me sumerjo en los ojos de las personas que me escuchan, me acarician las palabras de quienes escucho. Me empapo de vida. Es un lugar como otro cualquiera, es una parte de mí que estaba dormida, es el sabor del llanto cuando ya no existe. Es todo lo que necesito, todo lo que tengo.