jueves, 11 de agosto de 2011

Para sentirme toda yo


Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, a pesar de que nunca he querido hacer caso a los refranes. En un mes cumplo 52 años, y justo al día siguiente, tengo cita con el cirujano.
Pasé muchos años de mi vida odiando sin tener muy claro el qué, otros tantos reconociendo, aceptando y luchando. Fuimos cambiando poquito a poco algo que no me pertenecía, hasta que llegué a quererme. Me fui sintiendo plena y orgullosa de mi misma, pero desde hace unos meses, volvió la sombra de la insatisfacción. No sé muy bien qué lo provocó, qué ha cambiado para que ahora no sea suficiente con lo que ya tenía. Quizás simplemente se esfumó el miedo. Sólo sé que siento la necesidad, que no puedo más con este colgajo, ahora ya, tan ajeno a mí...

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